SEGUNDA BIENAVENTURANZA Y SU SIGNIFICADO
"Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación"
Llorar, en el sentido más espiritual al que Jesús se refiere, significa sentir un dolor profundo, una gran preocupación, son lágrimas que salen del corazón abatido por un pecado, por un mal, por una angustia existente, en lo más profundo del alma.
Estos que lloran serán aquellos que anhelan vivir la vida en un plano más superior, no están en la corriente que arrastra a todos. Ellos son más sensibles al dolor interno de sus vidas, y por ende son también más sensibles a las necesidades y a los problemas del prójimo.
REFLEXIÓN:
"Los que lloran" son los que sufren con paciencia las penas ineludibles de la vida, enfermedades y contrariedades y también los que se entristecen por las ofensas (propias y ajenas) que se hacen a Dios y al prójimo".
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