TERCERA BIENAVENTURANZA Y SU SIGNIFICADO
"Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra".
La mansedumbre es la virtud que Jesús tenía en su corazón. Él nos invita a ser mansos y humildes como Él. Una persona mansa es alguien que ama la paz y la prefiere antes que la ira o el enojo. Ser mansos significa mantener la calma en los momentos de dificultad, mirar con ojos de amor y paciencia a quienes nos hacen alguna molestia; comprenderlos con un corazón bondadoso y verdaderamente libre para amar. Ser mansos significa no atar el corazón con las cadenas del rencor ni con sentimientos oscuros y pesados como el odio.
REFLEXIÓN:
¿Quiénes son "los mansos" según el Evangelio?
Mansos son los que "se esfuerzan" por dominar su ira y su mal genio y tratan a los demás con amabilidad y respeto.
Manso es aquél que pone su energía al servicio del bien, reaccionando no tan fuerte que ofenda y no tan débil que no llame a adherirse a la verdad.
Manso es el que aprende a hacerse respetar sin ofender y respeta sin desvalorizarse.
REFLEXIÓN:
¿Quiénes son "los mansos" según el Evangelio?
Mansos son los que "se esfuerzan" por dominar su ira y su mal genio y tratan a los demás con amabilidad y respeto.
Manso es aquél que pone su energía al servicio del bien, reaccionando no tan fuerte que ofenda y no tan débil que no llame a adherirse a la verdad.
Manso es el que aprende a hacerse respetar sin ofender y respeta sin desvalorizarse.
¿Eres "manso" cómo lo demuestras? Escribe tu comentario aquí en el Blog.
No hay comentarios:
Publicar un comentario